La muerte de Francisco Cortegoso (1985-2016), el mismo día que se publicaba su libro Suicidas, fue un duro golpe para la literatura gallega, tanto por lo que había supuesto su aparición en el panorama de las letras gallegas como por la marcada tristeza personal que produjo su pérdida. Hoy traducimos por primera vez al castellano Memorial y danza, debut poético del autor, y lo hacemos con el ánimo grave y delicado con que este, llevado por la escritura silenciosa de lo epigráfico —«Allí donde la lengua pierde lugar / y así la materia se expande por completo»—, daba pie al crecimiento de la dalia y la caléndula, flores dilatadas en la veta de la piedra, breves, firmes al examen del pensamiento, inesperados frutos a punto de estallarle en la boca al lector.
«Creo que sólo un poeta tan poderoso como Francisco Cortegoso consigue realmente que el caballo negro y el blanco, por decirlo de acuerdo con la metáfora de Platón, no hagan que el carro se descontrole completamente; pues consigue equilibrar ese pulso y esa tensión entre, por un lado, la dimensión memorial de su palabra, lo pétreo, aquello más vinculado a lo escultórico, a lo memorial —lo memorial como emplazamiento físico de la experiencia humana— y, por otro lado, la danza, en tanto que cualidad performativa o rítmica de la palabra. Y esos dos movimientos, que en un poeta menos potente que él podrían hacer que el caballo se encabritase, Fran Cortegoso de verdad consigue que se crucen maravillosamente.»
María do Cebreiro
«Cuando me dio a leer sus primeros poemas, en 2008, para un monográfico de Revista das Letras, me di cuenta de que estaba ante un poeta en estado de flotación singularizada, con unos versos que no tenían nada que ver con lo que estaban escribiendo sus contemporáneos.»
Antón Lopo
TRADUCE Y PROLOGA
Gonzalo Hermo (Rianxo, 1987) es licenciado en Filología Gallega y doctor en Lingu¨ística por la Universidade de Santiago de Compostela. Ha publicado tres libros de poesía: Crac, Celebración (por el que obtuvo, entre otros, el Premio Nacional de Poesía Joven «Miguel Hernández») y A vida salvaxe. En 2019 ve la luz su primera novela, Diario dun enterro, Premio Repsol de Narrativa Breve. Ha traducido del catalán al gallego a autores como Quim Monzó y Eva Baltasar y del gallego al castellano a poetas como Olalla Cociña y Pilar Pallarés.