Dolores Payás es escritora de obra propia y traductora de obra ajena. Nacida en Manresa (Barcelona), ha vivido en México, China, Francia y Grecia, y a día de hoy su ecosistema favorito sigue siendo Babel. Durante años trabajó para el audiovisual, pero desde 2010 se dedica sólo a la literatura, su verdadera pasión. Ha publicado tres novelas, un ensayo literario y un libro de relatos. Cosmopolita y políglota, se define como apátrida literaria. Portadora de un afiladísimo sentido del humor y de un particular estilo literario, su voz es fértil, copiosa, gamberra, sensual, y hace malabares con los géneros literarios.
El encuentro entre Lord Peregrine Fox, un decadente aristócrata rural inglés, y Rocío Medina, traductora gaditana y muy plebeya, parecía estadísticamente imposible. Y, sin embargo, sucedió. Cosa de las páginas de citas y sus algoritmos (¿serán los algoritmos más ciegos que el amor?).
Los dos han sobrepasado el malecón de la sesentena. Los dos son inteligentes, cultos, comparten pasión por las palabras y un afilado sentido del humor. Cuatro frases escritas con gancho bastan para confirmar la atracción. Sigue luego un ejercicio de seducción literaria, intercambio de mails en el que ambos despliegan sus plumajes más relucientes. A través de las palabras se construyen a sí mismos y a su deseo, sin haberse visto ni hablado por teléfono. Toda una hazaña.
La primera cita tiene lugar en los territorios lluviosos de él. Momento temible. Pero la colisión del sueño con la realidad no hace más que consolidar el edificio construido. Se deleitan y fascinan. Oh, milagro. La segunda cita será en los reinos soleados de ella, de nuevo transcurre en un puro embeleso. Oh, maravilla.
Se aman, como nunca habían amado. Y el tiempo apremia. Lo que les quede de vida, sea mucho o poco, tienen que pasarlo juntos. Prudencia, sensatez, pragmatismo y otras tantas virtudes atribuidas a la senectud vuelan a los cuatro vientos. Una pasión tan colosal requiere lanzarse a pecho descubierto. Y que arda Roma.
Quién sabe lo que les depara el futuro a Rocío y a Pip. Pero si con estas páginas he conseguido darles a los dos una nueva existencia, aleluya.” –Dolores Payás