Tierra de lobos, urces y hambre recopila casi una treintena de relatos de un tiempo pasado. Todos ellos transcurren en un entorno rural y una época áspera. Algunos relatos están basados en historias reales, otros son de ficción, pero es fácil reconocerse en todos ellos o reconocer historias que nos son, de alguna manera, conocidas. Son relatos con historias cotidianas, en las que se refleja la propia naturaleza humana, con sus miserias y sus grandezas, con sus penas y sus alegrías, con lo bueno y lo malo.
Los protagonistas son hombres y mujeres valientes que luchan en el día a día por salir adelante. Viven en un mundo hoy ya desaparecido engullido por la modernidad. No obstante, a pesar de lo que nos separa de los protagonistas de estas historias, la vida nos sigue enfrentando a las mismas preocupaciones que a ellos: el dolor, la angustia, la muerte...
Sobre Gregorio Urz
Nació en 1969 en un pequeño pueblo de la provincia de León, Ferreras de Cepeda. Aunque sigue profundamente ligado a la tierra leonesa, a sus gentes y costumbres, vive con su mujer y sus hijos, Camila y Yago, en Barcelona.
Es Doctor en Historia Económica y en la actualidad trabaja en cooperación internacional, con desplazamientos frecuentes a América Latina. Durante un tiempo compaginó este trabajo con la docencia universitaria.
Siempre le gustó escuchar las historias que le contaba su abuelo Lolo, sus padres o algún vecino y un día decidió empezar a escribir relatos inspirados en ellas.
Este es su primer libro.
¿Por qué escribo?
En algún sitio leí que Lorca decía que escribía para que lo quisieran y García Márquez para que lo quisieran más sus amigos. Si alguien me preguntase a mi por qué escribo no sabría qué contestar. Creo que nunca tuve vocación de escritor y además empecé a escribir tarde.
El caso es que un día escribí un relato y se lo pasé a mi mujer. A ella le gustó y me insistió en que escribiese más. Meses más tarde, compartí con algunos amigos estos relatos y también me animaron a seguir escribiendo.
Un día empecé a publicar los relatos en un blog y —considerando el número de visitas recibidas y los comentarios en las redes sociales— comprobé que algunas historias despertaban mucho interés. Y eso era importante. No es que desconfiase de mi mujer y de amigos/as como Pablo y Alicia, Mercè, o Javier Z., o no valorase sus apreciaciones, sino que sabía que sus comentarios surgían también del afecto. Los comentarios de gente en las redes sociales eran otra cosa, porque quien valoraba los relatos no me conocía. Justo a partir de ahí pensé que quizás sí que valía la pena publicarlos en un libro.
Seguí escribiendo y una vez tuve unos cuantos relatos los mandé a una editorial, a una única editorial. No fue una elección al azar. Me gustó el proyecto que hay detrás de Marciano Sonoro... el resto de la historia ya la conocen: es este libro que ven acá.
Aún así, sigo dándole vueltas a las razones por las que escribo y sí, pienso que tal vez Lorca y García Márquez tenían ambos razón.
Gregorio Urz, julio de 2021