1735. Una expedición científica enviada por la Real Academia de las Ciencias de París llega a tierras hispanoamericanas. En el cumplimiento de su misión, los sabios franceses tendrán que enfrentarse a una multitud de obstáculos y dificultades.
El infortunio del señor Seniergues, «paraíso cerrado para muchos, jardines abiertos para pocos», es, por una parte, un juego literario que entrevera invención novelesca y verdad histórica con continuos guiños culturales e intertextuales que cuentan con la erudición del lector y sin duda divertirán al buon intenditore; además, escenifica los eternos conflictos entre cultura y naturaleza, razón y barbarie, ilustración y oscurantismo; habla también de la ambigüedad de los comportamientos de los hombres y de la fragilidad de su justicia; y, por último, es un brillante ejercicio de prosa, una delikatesse estilística.
Miguel d’Ors (Santiago de Compostela, 1946) tiene una larga trayectoria como poeta, jalonada por los libros Del amor, del olvido (1972), Ciego en Granada (1975), Codex 3 (1981), Chronica (1982), Es cielo y es azul (1984), Curso Superior de Ignorancia (1987, Premio Nacional de la Crítica Crítica; segunda ed., 1987), Canciones, oraciones, panfletos, impoemas, epigramas y ripios, o Cajón de sastre donde hallará todo cuanto deseare el lector amigo, y el no tanto sobradas razones para seguir en sus trece (1990, edición no venal), La música extremada (1991), La imagen de su cara (1994), Hacia otra luz más pura (1999, segunda ed., 2003), Sol de noviembre (2005), Sociedad limitada (2010), Átomos y galaxias (2013) y Manzanas robadas (2017); todos ellos reunidos recientemente por la editorial Renacimiento en un volumen titulado Poesías completas 2019.
Ha publicado asimismo tres volúmenes de un diario literario: Virutas de taller (2007), Más virutas de taller (2010) y Todavía más virutas de taller (2015).
El infortunio del señor Seniergues es su primera incursión en el territorio de la prosa narrativa.