En la Inglaterra victoriana, Sukey Bond, una muchacha recién salida del orfanato, es enviada como sirvienta a una granja de Essex. En la granja trabaja Eric, un muchacho apuesto y huidizo que, en sus escasos encuentros con Sukey, la mira «con una expresión de esplendoroso triunfo». Todos dicen que Eric es un idiota, pero Sukey lo ve con otros ojos, se deja cautivar por su bondad y es consciente de que ella y solo ella podrá hacerlo feliz. Sin embargo, cuando las cosas se tuercen y Eric le es arrebatado, Sukey abandonará la granja para ir en su busca. Numerosas serán las peripecias a las que deberá enfrentarse la protagonista, al final de las cuales, como un milagro, podrá encontrar la confianza en sí misma.