Apenas cumplida la edad a la que una joven tiene que empezar a buscar marido, Nanna, la protagonista de "En el arrozal", se ve obligada a irse a trabajar a los arrozales que hay cerca de la pequeña localidad del norte de Italia en la que vive con sus padres y su
hermano para conseguir el dinero con el que comprar los alfileres de plata que una joven casadera ha de llevar clavados en el pelo si quiere que algún hombre la pida en matrimonio. Debido a las duras condiciones de trabajo, Nanna enferma de fiebres al
poco de regresar de los campos de arroz. A pesar de esto, no duda en volver a ellos pocas semanas después con el fin de encontrarse con Gaudenzio, un apuesto carretero del que está enamorada y al que lleva tiempo sin ver, y de paso conseguir más dinero para su dote. Este segundo período en los arrozales tendrá consecuencias más graves para su salud, que condicionarán de manera decisiva su vida a partir de entonces. Además de una denuncia de las penosas condiciones laborales en las que se desarrollaba el trabajo de las mondine (nombre que recibían en italiano las mujeres que trabajaban en los arrozales del norte de Italia en los siglos XIX y XX), "En el arrozal" también es un fiel reflejo, al igual que "Un matrimonio de provincias", la obra más conocida de la autora, del papel que tenía reservado la mujer en la Italia rural del XIX.