La invasión estadounidense de Irak hizo pedazos los precarios equilibrios de Oriente Próximo y liberó multitud de fuerzas que hasta entonces se habían mantenido en estado latente o localizado, ninguna de las cuales actúa en dirección del proyecto estadounidense el cual es una mezcla de intereses económicos ?los menos relevantes para el autor?, proyectos políticos y maximalismo ideológico. Las líneas de fractura se han ampliado con otras nuevas, entre las que destaca la que se ha producido entre shiíes y suníes y que ha llevado al fin de la hegemonía suní en la región, cuyos vectores son el papel de Hizbullah, el control de Irak por la mayoría shií y, sobre todo, el ascenso de Irán a potencia regional; el hecho de que este último país pueda disponer de la bomba atómica en corto plazo refuerza su nuevo papel, al tiempo que aumenta los riesgos bélicos en la región, con un desenlace imprevisible y, de nuevo, en cualquier caso poco favorable a los intereses estadounidenses.
Esta obra ofrece la más sintética, pero sólida, panorámica de la actual situación de Oriente Próximo y es la mejor guía para la interpretación de unos hechos que marcarán la historia de los próximos años.