Dani tiene la gripe y Kika no puede curarlo por arte de magia, ¡aunque se le ocurre una idea muy divertida para animar a su hermano pequeño! Con un hechizo, Kika reduce a Caramelo, su poni favorito, a un tamaño tan diminuto que le permite llevárselo a casa. Pero entonces aparece Rudi, el travieso perrito salchicha de la vecina, ¡y menudo lío organiza en el cuarto de Dani!