Publicada en 1902, El corazón de las tinieblas nació de la experiencia, tan amarga como inspiradora, de Joseph Conrad en el Congo. En esta novela corta, convertida ya en un clásico, el autor despliega una perfección estilística, al tiempo que visibiliza el horrible destino de un pueblo sometido a la humillación y al expolio de la colonización europea.
Charles Marlow, alter ego de Conrad, narra a la tripulación del Nelly un antiguo viaje como capitán de un barco fluvial que se adentra en las profundidades del río Congo. En el corazón de África, deberá reunirse con el indómito y misterioso jefe de una explotación de marfil, venerado como un dios por los nativos: Kurtz, quien llegó a la selva cargando una maleta rebosante de moralismos, se muestra ahora implacable y cruel.
El arte de Enrique Breccia expresa con singular maestría las tensiones del relato conradiano entre las fuerzas latentes y brutales de la condición humana y las indomables tinieblas de la selva africana.