Comuneros. El rayo y la semilla (1520-1521) no ofrece una visión lineal de las guerras de las Comunidades que si produjeron en la corona de Castilla. No es una simple narración donde se acumulan sucesos históricos; más bien se propone exhumar la modernidad política que emerge en las luchas, en las prácticas y en los lenguajes comuneros. Asamblea, municipalismo, libertad, democracia, revocatorio. No hay que esperar al siglo xix, ni mucho menos al xx, para que estas palabras empezaran a circular en la esfera pública española.
La comunera no fue ni una insurrección de los privilegiados ni una reacción medievalizante contra la modernidad imperial, como a menudo se ha dicho. Como tampoco fue un motín, una alteración o una revuelta. Fue una revolución de los de abajo contra los de arriba. Si la historiografía no ha admitido que la comunera fue una revolución, fue para impedir que se establecieran continuidades, para que no se pudiera extraer de esa experiencia radicalmente política y democrática un conocimiento asimismo radical para pensar nuestra historia de una manera distinta.