Este libro se interroga sobre la manera en que se representa a los pueblos: cuestión indisolublemente estética y política. Hoy los pueblos parecen más expuestos que nunca. Están, en realidad, subexpuestos en la sombra de sus puestas bajo la censura o-con un resultado de invisibilidad equivalente- sobreexpuestos en la luz artificial de sus puestas en espectáculo. En una palabra, están, como ocurre con demasiada frecuencia, expuestos a desaparecer.