En La ilusión vital, Baudrillard examina la configuración de la realidad si es que aún existe como tal, y cómo se forma el conocimiento a través de los medios de comunicación y de la avanzada tecnología. El llamado profeta de la posmodernidad expone aquí la construcción del simulacro de la realidad virtual- que sustituye al acontecimiento real, el cual no es más que una mera ficción. En un mundo donde todo se copia gracias al proceso de la clonación y donde cualquier elemento vital queda programado y, si se quiere, manipulado genéticamente, el ser humano se siente incapaz de afrontar su propia diversidad. La virtualidad todo lo inunda, los sucesos se simulan antes de que ocurran, la información se fabrica y todo se produce en cantidades desorbitadas. De este modo, el exceso de realidad anula la realidad, el de información desemboca en desinformación, y así sucesivamente. La ilusión vital expone las contradicciones que guían nuestra cultura contemporánea y gobiernan nuestras vidas, situando al lector en una posición de riesgo intelectual que éste deberá asumir para comprender la virtualidad de la realidad.