Tal y como afirmaba el geógrafo David Harvey, la revolución del siglo XXI será urbana o no será. La ciudad nos devuelve el reflejo de nuestros anhelos y de nuestras frustraciones; por ello, en las últimas décadas se ha convertido en el emplazamiento idóneo para desentrañar y comprender las tensiones políticas de la sociedad. Desvelar sus límites y secretos se vuelve cada vez más urgente: ¿es posible pensar la ciudad, analizar las formaciones arquitectónicas, las distribuciones del espacio y reparto de poderes desde la filosofía, el psicoanálisis y la semiótica?
Al pensar el espacio siempre aparece margen para lo impensable e inesperado. Ahí, en ese umbral de inconsistencia, es posible soñar con la ciudad del mañana, pero también intuir cómo las esperanzas del pasado fracasaron estrepitosamente. Frente a las utopías esperanzadoras y a las nefastas distopías, estas páginas del filósofo Jorge Fernández Gonzalo nos proponen recorrer un nuevo sendero, el de las espectropías, los fantasmas que no llegaron a realizarse y que, sin embargo, permiten proyectar sobre el espacio urbano las políticas del mañana.