A nadie se le escapa que la escuela está enferma y que la educación actual cumple una poderosa función deshumanizadora. Los exámenes son trabajo, no educación, y la misma educación se confunde con un sistema generalizado de instrucción cuya prioridad es el servicio al poder y las empresas antes que la formación de seres más libres y plenos. El sistema educativo ha sido diseñado para perpetuar la mentalidad patriarcal que nos inocula, y por ello nos cuesta darnos cuenta de que esta clase de mente es hoy el mayor problema del mundo. La verdadera función de la educación, cuenta Claudio Naranjo, debería servir para ir más allá de lo que somos. «En una escuela ideal acompañaríamos los procesos de aprendizaje, fomentaríamos la creatividad y ayudaríamos a los niños a saber sin la presión de las clasificaciones». Necesitamos un mundo nuevo, y solo podremos conseguirlo con una nueva clase de personas más conscientes. Cambiar la educación para cambiar el mundo, el libro más emblemático del Dr. Naranjo, nos ofrece las claves que nos ayudarán a lograrlo.