La grave crisis actual confirma que el mundo no va bien. Empujados por la idea de alcanzar el mayor crecimiento económico posible, hemos llegado a un callejón sin salida, en la economía y también en el ámbito ecológico: hoy en día resulta una irresponsabilidad negar el cambio climático. Aparte, el régimen del «cada vez más» ni siquiera ha redundado en una mayor satisfacción personal, por mucho que haya ido aumentando el PIB.
Los defensores del decrecimiento, agrupados en movimientos de diversos países, llevaban tiempo advirtiéndolo: la búsqueda del máximo beneficio y del crecimiento ilimitado en un mundo evidentemente limitado sólo podía conducirnos al desastre. Lamentablemente, esa predicción está cumpliéndose:
? sufrimos un colapso del sistema económico que va a generar mucha pobreza y que puede poner en peligro las democracias;
? la escasez de recursos ya ha implicado conflictos armados y, si seguimos así, sólo puede empeorar;
? nuestro planeta padece un grado terrible de contaminación cuyas consecuencias afectan también a nuestra salud (proliferación de cáncer, problemas respiratorios...);
? se agrandan las desigualdades tanto entre países como en el seno de los mismos.
En Menos es más Nicolas Ridoux ofrece una introducción a la filosofía y la práctica del decrecimiento. Sin dogmatismos, nos alerta de la necesidad de un cambio radical en nuestro modo de vida si queremos resolver los graves problemas que sufre nuestra civilización. De paso, gozaremos de una existencia más plena.
Pues menos ?menos estrés, menos contaminación, menos competitividad, menos deudas? se traduce en más: más tiempo, más serenidad, más salud, más armonía, más humanidad, más libertad. Estos valores habían sido objeto de burla en un mundo ferozmente competitivo. Ese mundo ha terminado. Y aquí encontramos líneas maestras para algo imprescindible ya: volver a empezar.