1957, vuelo París-Nueva York, un avión modelo Constellation surca el Atlántico. En plena guerra fría varios de los pasajeros pueden ser espías: la joven escritora de acento ruso, el representante de productos insecticidas... incluso algún miembro de la tripulación. Cada protagonista nos da su visión de esta anécdota, cada personaje encaja una pieza de este pequeño puzzle.
"Un cómic sugerente, necesario como la poesía que alimenta el alma humana". Juan Carlos Hidalgo. La Opinión de Málaga