Cada vez somos más conscientes de que a la universidad cabe exigirle un compromiso firme con la formación de los estudiantes y una investigación sistemática y de calidad, pero, al mismo tiempo, una clara vinculación con la sociedad en la que se halla inmersa. No se trata de una institución atemporal y descontextualizada, de la misma manera que las personas que transitan por ella no son seres aislados de sus comunidades de referencia, sino, más bien, individuos interdependientes en contextos locales y globales cada vez más conectados entre sí. Esta visión de la universidad exige que mantenga un compromiso cívico con su entorno social, que se articula de formas diversas, pero que encuentra en el aprendizaje-servicio una de sus estrategias más notables.
Este libro pretende contribuir a la fundamentación y la discusión sobre el aprendizaje-servicio a través del triple eje en el cual se insertan sus diferentes capítulos. Por un lado, una perspectiva histórica que permita rastrear los orígenes de esta propuesta, de modo que resulte posible reconocer las raíces que le dieron sentido y reflexionar sobre si las circunstancias actuales demandan fidelidad o separación de tales principios. Por otro lado, un enfoque teórico que proporcione las claves necesarias para identificar con claridad las concepciones básicas que justifican su desarrollo en la educación, en general, y en la educación superior, en particular. Y, por último, un acercamiento práctico que abarque diferentes dimensiones de su proceso metodológico, mediante experiencias innovadoras que sirvan de referencia e incentivo para la creatividad, así como propuestas de institucionalización que generen los pilares indispensables para la consolidación y la pervivencia del aprendizaje-servicio en la cultura universitaria y educativa de nuestro tiempo.