Durante las últimas dos décadas, la Universidad se ha convertido en el centro de una polémica que trasciende ampliamente el recinto de los campus. Objetivo de reformas que tienden a moldearla según la máquina performativa neoliberal, la institución universitaria ha sido adecuada a las lógicas empresariales, cuarteada y reconstruida según parámetros de coste-beneficio y preparada como fábrica de patentes y conocimientos con valor en el nuevo mercado global del saber. Como no podía ser de otra manera, estas mutaciones han afectado a sus principales habitantes: los estudiantes, convertidos en clientes e inversores en formación; y los profesores, precarizados y fragmentados en una multitud de situaciones contractuales y laborales. En este contexto, este libro quiere ofrecer una aportación significativa a la compresión y el impulso de las luchas y conflictos que atraviesan las transformaciones del sistema universitario, al mismo tiempo que apuntan alternativas frente a la nueva universidad-empresa.