Esta nueva edición rescata un texto en el que se narra la génesis de una de las industrias más revolucionarias de nuestro tiempo. Se trata de un glosa mordaz y muy divertida sobre el mundo del cine que no gustó a las autoridades soviéticas al considerar que no era lo suficientemente «socialista» y, sin duda alguna, tampoco debió de ser del agrado de los magnates capitalistas retratados sin ningún pudor en sus páginas: Adolph Zuckor, Samuel Goldwyn, Alfred Hugenberg, George Eastman y tantos otros.
La vigencia de un texto escrito hace tanto tiempo quizás se explique porque Ehrenburg extrajo las conclusiones correctas: en la fábrica de sueños se imbrican tanto intereses económicos como estrategias políticas, aunque no hay que olvidar un tercer factor crucial: el cine y no la religión, tal y como apunta Ehrenburg, es el verdadero «opio de las masas»,. Estos factores obedecen a una biopolítica dirigida a movilizar, instrumentalizar y neutralizar las nuevas sociedades de masas. Es éste un análisis sin duda trasladable a toda la ingente industria visual y a la del ocio electrónico contemporáneo en general. En La fábrica de sueños simplemente descubrimos los engranajes esenciales de una máquina panóptica que en ese momento todavía está en pañales pero que -tantos son los intereses en juego- no tardará mucho en adquirir la mayoría de edad.
Pasen y vean...