Librados de las limitaciones del formato álbum y en un sobrio blanco y negro, Dupuy y Berberian abordan la cotidianeidad de su personaje con un enfoque mucho más intimista y libre, dejándose llevar, como ellos mismos dicen, por la historia. Sin límite de espacio y con total libertad, decidieron saltarse el orden cronológico para ahondar en el momento de transición entre el tercer y el cuarto tomo dónde abandona la soltería para dar paso a la vida en pareja, con todo lo que se pierde y también con lo que se gana.