Aquel día de noviembre de 2007 en que el rey español Juan Carlos Borbón intentó hacer callar al presidente venezolano Hugo Chávez, le hizo un gran favor a la causa antiimperialista latinoamericana. En realidad, ese gesto marcó claramente un antes y un después en las relaciones entre Latinoamérica y la España monárquica actual. El rey no pudo soportar que se mencionara, en un tono de igual a igual, que los pueblos latinoamericanos ya no se sienten vasallos de nadie. A buen seguro que el Borbón no contaba con la extraordinaria respuesta que provocó entre millones de ciudadanos y ciudadanas de todo el continente latinoamericano, e incluso en otros países del mundo.