Raúl Séndic, descendiente de familia vasca, fue un hombre insólito, de azarosa trayectoria y final trágico. Su gesta significó un punto de inflexión para el norte pobre del Uruguay en la segunda mitad del siglo XX. Defendió hasta las últimas consecuencias a los trabajadores rurales, explotados por empresarios y terratenientes que violaban sin escrúpulos cualquier rudimento de derecho laboral. Incansable activista en los diversos sindicatos, pasó a ser pieza clave del Movimiento de Liberación Nacional del país: los Tupamaros; por decreto gubernamental, los innombrables. Por su lucha sindical y guerrillera se convirtió en uno de los fugitivos más buscados por las fuerzas armadas de la dictadura, a las que casi siempre logró burlar con estrategias novelescas y arriesgadas. A través de la narración de sus más espectaculares acciones, de las torturas que sufrieron él y sus compañeros como Pepe Mujica o de la fuga del penal de Punta Carretas, Daniel Chavarría quiere hacer justicia, con esta biografía novelada, con una de las figuras eternas, y a veces olvidadas, de las luchas de emancipación americanas.